sábado, 17 de noviembre de 2007

La brigada forestal











Se llama Fabián Lebrero
y es guarda Forestal
del pueblo Fuenterrebollo
y cada vez le gusta más.

La brigada que él lleva
es algo sensacional
trabajan como leones
y casi sin descansar

Algunas veces discuten
casi igual que regañar
y después hacen las paces
cada vez se aprecian más.

Hay uno muy revoltoso
y su afán es engañar
pues a veces nos la pega
y no lo tomamos a mal.

También hacemos apuestas
por no creernos verdad
pero al fin se pasa bien
cuando se ve realidad.

Un día nos apostamos
que si el vino que si el pan
y un montón de chuletas
que las echamos a asar.

El día de la merienda
poco antes de merendar
Pere se puso muy bruto
y a dos nos quería “matar”.

Después de que merendamos
y llenamos la barriga
la gente estaba contenta
y bailaba de alegría.

También preparamos cante
creyendo saber cantar
y quien se llevó los méritos
fue el célebre Fabián.

Valeria pitó en el baile
por su forma de bailar
adornando con los pitos
que no se pue valorar

Se echó unas esparramadas
para alante y para atrás
no se veían las piernas
de tanta velocidad.

Donde bailó Valeriano
Pedro piñones echó
nacieron de maravilla
de tanto como escarbó.

Hemos sembrado piñones
y no han nacido muy malos
el Ingeniero contento
también todos los demás.

Hemos hecho carretera
desde la Comunidad
a dar hasta Navalilla
que ahora da gusto el pasar.

En la arroyada el camino
tiraron una arboleda
hemos cortado los tallos
para poner otra nueva.

Estando en la arboleda
dio el coche Pere hacia atrás
y a la pobre de la galga
la hizo una desgraciá.

Al pillarla las dos patas
pues no pudo caminar
aunque era fría la noche
la tuvo allí que pasar.

Al llegar al otro día
a todos nos daba pena
con las cuerdas de una alpaca
Valeria la dio la cuenta.

Estando quemando tallos
Pere la preparó buena
pues a Valen le quemó
una estupenda chaqueta.

Después de estos trabajos
que les he iniciado ya
hemos ido a Cantalejo
a olivar otro tallar.

Estando allí trabajando
llegó allí el Señor Tomás
que es el que ordena a los guardas
porque es el Capataz.

También un día allí estuvo
viéndonos pinos cortar
Valtas el de Cantalejo
vigilante Forestal.

Lo mismo que dijo Valtas
también el Señor Tomás
que iban muy bien los trabajos
lo mismo dijo Fabián.

Nosotros al decir esto
aunque lo sabíamos ya
no pudimos ya por menos
de darles las gracias ya.

Han venido de Segovia
a ver los trabajos hechos
el ayudante Don Ángel
también el Ingeniero.

Nos han dicho que iba bien
y en prueba de todo esto
nos han dicho que al futuro
que seremos los primeros.

Por último llegó Paco
también nos felicitó
dijo había dado una vuelta
y no podía ir mejor.

Nos vio afilar la herramienta
y a Pere se la cogió
dijo pa ser resinero…
hay que afilarla mejor…

Un día, le hice ir a Pere
por ser él un embustero
a visitar a las Cajas
de Pepe y de Zapatero.

Al enterarse estos dos
hasta ellos se lo creyeron
dando vueltas a las cuentas
por ver, si esto era cierto.

Un día el amigo Pere
se puso a cortar un pino, en un hoyo de un tocón
y tan mala suerte tuvo
que se retorció un tendón.

Le dijimos, ves al Médico
y él, nos dijo que no
se fue a la tía Filomena
pero no le remedió.

Por fin fue a Maricarmen
que es una Médica sabia
y ésta, le dijo a Pere
que la tenía muy hinchada.

Si hubieras venido antes
yo te la hubiera curado
pero por hacer pereza
vas a tener para rato.

No echó ni gota de sangre
que eso no es nada de bueno
por eso se le ha inflamado
y le durará algún tiempo

El día que terminemos
tenemos que preparar
una merienda muy buena
con nuestro guarda Fabián.

Autor: Alfonso García Olmos